jueves, 28 de junio de 2012

Dime qué zapatos usas y te diré cómo eres


Un estudio realizado por un grupo de psicólogos de la Universidad de Kansas determinó que basta con mirar los zapatos de alguien para identificar ciertas características emocionales y rasgos de personalidad.



Según estos investigadores, se puede predecir hasta en un 90% la forma de ser de una persona sólo observando su calzado: se puede determinar simplemente examinando el estilo, el precio, el color y la condición de sus zapatos.

“Los zapatos pueden servir para un propósito práctico, y también sirven como señales no verbales con mensajes simbólicos. La gente tiende a prestar atención a los zapatos de ellos y a los que otros usan. Tienen una gran variedad de estilos, marcas, apariencias, y funciones. Debido a esta variedad, los zapatos pueden llevar a información de las diferencias individuales”, señalan los expertos.
Algunas de las características identificadas perfectamente por quienes debieron juzgar son las siguientes:

- Los zapatos caros sugerían ingresos más altos.
- Los zapatos llamativos y coloridos se asocian a los extrovertidos.
- Los zapatos no nuevos, pero bien cuidados, pertenecen a gente con conciencia social.
- Los zapatos prácticos y funcionales los usan personas agradables.
- Los botines se asocian a personalidades más agresivas.
- Los zapatos que se ven incómodos se atribuyen personas tranquilas.
- Los zapatos desgastados, desaliñados y menos costosos pertenecen a personas liberales.
- Los zapatos nuevos, de marca y bien cuidados suelen ser de personas ansiosas; los psicólogos advierten que pueden ser porque este tipo de individuos se preocupan mucho por su apariencia y lo que los demás puedan pensar de ellos.
-Los zapatos "aburridos" se describieron como personas "distantes y represivos" y tienen dificultades para establecer relaciones.

 Sin querer, nuestros zapatos dicen mucho más de nosotros de lo que creemos. Así que si quieres dar una mejor impresión, preocúpate por el estado de tus zapatos. Cuando tu mamá te obligaba a limpiarlos, tenía toda la razón.



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